En este
Post, se analizará el caso de Ford Pinto basándonos en la teoría de la justicia
o también conocido como el decidir de manera imparcial.
La teoría
de los derechos y la justicia se basa en la existencia de ciertos derechos
naturales que poseen todas las personas, cuyo cumplimiento es obligatorio y que
deben ser protegidos por la sociedad. Se puede observar que los más importantes
son: el derecho a la libertad, la vida y la propiedad.
Los
derechos de una persona imponen a las demás límites para no interferir con esos
derechos.
Para el
presente trabajo, hemos escogido algunos problemas que van en contra de la teoría
de la justicia. En primer lugar, los directores de la compañía tomaron la decisión
de seguir con la elaboración del Ford Pinto pese a que se les advirtió que esto
afectaría a las personas que compraran estos autos. Es decir, no se tomó en
cuenta uno de los derechos más importantes, que es “el derecho a la vida”, ya que, a pesar de los resultados obtenidos
en las pruebas previas al lanzamiento del auto, la gerencia de Ford decidió
producir el Pinto argumentando que el diseño cumplía todas las normas legales y
gubernamentales vigentes en ese momento. Además, los gerentes creían que la seguridad del Pinto era comparable a
la de varios otros automóviles producidos por otras compañías y que el margen
de que ocurriera un desastre era de la misma proporción que otra clase de auto.
Así mismo, según un estudio de
costo-beneficio interno, los costos de modificar el Pinto no compensarían con
los beneficios que la compañía había calculado por el lanzamiento de este
automóvil.
Este
problema se pudo evitar si los funcionarios de la compañía hubieran analizado
el daño que causaría de no modificar el Ford Pinto. Además, debieron poner como
principal objetivo la seguridad de sus clientes y no los costos que se iban a
generar por la modificación del auto.
Por otro
lado, el Ford Pinto si cumplía con todos las normas legales vigentes en ese
momento por lo que el Gobierno norteamericano no tubo objeción de autorizar la circulación
de este automóvil. Sin embargo, el gobierno debe incrementar los estándares de seguridad para que no vuelva a
pasar esta clase de accidente.
En
segundo lugar, otro punto en el cual
vemos que no se respetó la teoría de la justicia fue por parte de los actores,
ya que no se hicieron responsables al cien por ciento por las consecuencias que
generó el Ford Pinto. En este sentido, la justicia consiste en tratar a las
personas de modo que cada uno obtenga lo que merece; esta definición implica
que las consecuencias de los hechos sean repartidas a todas las partes en
proporción a su responsabilidad; sin embargo, podemos observar que los
representantes de Ford Company no consideraron las consecuencias y tampoco la
responsabilidad de producir autos inseguros.
No
obstante, cuando los accidentes se hicieron conocidos y más frecuentes, la
gerencia de Ford tomó cartas en el asunto y asumió la
responsabilidad para evitar cualquier tipo de demanda que se pueda generar al
respecto. A pesar de esto, la responsabilidad asumida no fue proporcional al
daño ocasionado, ya que una pérdida humana
no puede ser compensada ni indemnizada económicamente. Además, este
tipo de problema se pudo evitar si la compañía hubiera asumido su
responsabilidad con la sociedad y los stakeholders desde un principio; esto
hubiera ocasionado que tanto trabajadores como gerentes de la compañía obtuvieran
una conciencia sobre las consecuencias que podrían generar sus actos y el daño
que provocaría a las personas de su entorno. Si esto se hubiera dado, la
gerencia hubiera decidido modificar los autos y corregir el error y así evitar todos estos accidentes.
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